lunes, 8 de septiembre de 2014

Pedro Pablo


Fue a las 8 de la mañana cuando me dieron la noticia ,lo recuerdo porque me asuste en lugar de alegrarme y eso me asusto mas aun pues de un día para otro había pasado a formar parte del grupo de hombres que deben sentirse orgullosos por que los llamen Papa y yo realmente no experimente emoción alguna,eso me hizo pensar que algo no andaba bien en mi cabeza, para colmo, cuando subí a conocer al causante de mi ascenso a la categoría de hombre según la escala martiana me encontré con un ser arrugado, chillón y bastante feo.
Y es que ser padre es una profesión para la que ninguno estamos preparados, no somos como las mujeres, ellas entrenan durante 9 meses con un balón surgido desde sus entrañas haciéndolo crecer con un amor tan grande que cortar el cordón umbilical es solo una acción física sin ninguna repercucion pues ambos ya están unidos para siempre por la fuerza mas poderosa del mundo.

El tiempo, y sobre todo tu actitud, son quienes te demuestran que el titulo adquirido es el mas difícil de mantener, si lo asumes como todo hombre debe hacerlo tienes que estar preparado para no fallar en nada, estar dispuesto siempre a un partido de taco en la acera después de un día de trabajo,a no olvidar nunca una golosina en tu mano, a regañar pero sin ofender, a enseñar a distinguir entre valentía y nobleza, a no mentirle jamas, porque no hay vergüenza mayor que la sentida cuando  desde abajo te miran unos ojos inquisidores.

Pipito, hijo mio, pipo,mi cabezón, el peter, Pedro Pablo es hoy un hombre, no uno cualquiera, es uno de los mejores que haya conocido, un gigante musculoso que aun le corta las unas a su bisabuela casi centenaria, un tipo serio al que todos respetan y que no duda en gastarse sus ahorros contratando mariachis para recuperar a su dama con una serenata inolvidable para todo el barrio de Hornos, un ecobio de mecha corta para soltar el trompon con la misma mano dispuesta que siempre encuentran sus amigos en momentos de apuro.

Es, en estatura, una cabeza mas alto que yo, y como milla y media mas grande como ser humano.

Por eso, a pesar de saber que esta es una carrera que solo termina el día que  "guardas el carro", de nunca haber escrito un libro, ni sembrado un árbol, creo que el Maestro, desde su gloria, tenga preparado mi el certificado de graduación.

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