miércoles, 1 de mayo de 2019

Gratis 

Lo que digo no paga lo que vivo,
mis palabras no llevan tacones
ni labios rojos,
mis chicas no necesitan esquinas,
ni la complicidad de la noche.
Son damas  libres, no de compañía.
Sin chulos a la vista,
sin precios que acordar,
sin compromiso que contradiga deseo,
a su aire mis damas despeinadas en emociones van.
Nadie puede amarrar sus ganas, 
ni tapar sus sonrisas,
ni encerrar sus anhelos.
Lo que queda es el cuerpo,
piel dispuesta a pagar las consecuencias de mi libre albedrío,
de mi “me da la gana”.

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