jueves, 11 de abril de 2019

El mismo

Yo nunca cambio,
 solo oscilo con los tiempos.
A camisa quitá ando,
me declaro predecible, amable, odiable , querible, envidiable,
no puedo ser distinto, soy el hijo de Ana.
Asumiendo todas las consecuencia de mis sentimientos, que como canciones antológicas me marcan, me
resigno ya a ser marea que regresa cada mañana,
abanico en prosa 
diciéndote desde mi sinceridad limpia,
agitando amaneceres solo para ti, 
ir y venir delicado acunándote sonrisas bien mañaneras.
Ni mas ni menos,
 sin prostituir palabras, 
si deseo morder tu alma,
 si anhelo vivir un beso, 
si sueño un sentimiento claro, 
lo digo, 

te lo digo.

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