martes, 21 de octubre de 2014

TESTAMENTO


Por si a caso,  por si la parca me sorprende, porque tomarte desprevenido es su manera favorita de hacer la entrada.

O por si la vida se descuida, todos tenemos descuidos a diario y ella es nosotros, que son casi 50 y mis reflejos no son los mismos, quiero dejar en claro el reparto de mis pertenencias entre ustedes dos, herederos naturales de este tipo, que de tanto oír que esta medio loco ya casi se lo va creyendo entero.
Esto es a partes iguales, porque al ser cosas inmedibles (aquí les dejo la primera, la licencia poética para inventarse palabras que acorten explicaciones) de la manera usual en que nos acostumbraron a medirlo todo, se cada uno tomara de ellas lo que necesite sin recelos de favoritismo.
Les lego:
- El asombro de mis amaneceres, esa magia del todo recién hecho que te recibe la    esperanza.
- Mi corazón, no el fisiológico, que donar órganos no deja de ser una acción loable, pero a ustedes les   quiero dejar el  otro, el de verdad.
- Mis inagotables ganas de ser feliz, las mismas con las que nací, las mismas con las que    sospecho nunca llegare a cerrar el ciclo porque su destino es ser herencia.
-.Mi eterna búsqueda de lo maravilloso, el camino largo lleno de altibajos cotidianos que me sostiene.
- Mi optimismo cinco estrellas, aun cuando crean que nadie perciba, que nadie quede, siempre velara  la luz, la propia, y con ella, háganme caso, basta.
-Y por supuesto, mi veneración profunda y consciente hacia el único de los sentimientos que debe guiar sus destinos y que los hará eternos.
Sencillo, si mas exigencias que las que arriba propongo quiero que sigan sus caminos, como ven nada de lo malo dejo, mis rabietas, mi iras, mis mentiras, mis arranques de oscuridades, me los llevo todos sin regreso.
Por ultimo, quiero que mis cenizas cubran las raíces de una mata de mango cualquiera en mi patria lejana, aspiro a reencarnar en mango, soporta la pedrada y saciar la sed de fruta de un niño alegre, ambos así seremos felices, el por su conquista de néctar dulce y yo por mi regreso, aunque tenga que aguantar las mordidas, a  "la tierra mas bella que ojos humanos jamas vieron".



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