jueves, 16 de octubre de 2014

SANTA'S ENCHANTED FOREST

En esta ciudad, de la que ya me voy sintiendo habitante existe un grupo de arboles especiales.
En una esquina de un parque dos hileras de pinos altos, una frente a la otra, crean un corredor que durante gran parte del año luce abandonado y poco atractivo,  media milla de suelo sucio de hojas muertas no son la mejor invitación al paseo.
Los arboles  de esta vereda son un poquito engreídos, la atención conque son tratados durante 2 meses les alcanza para pavonear y no mecer sus ramas. Su única preocupación es la temporada de huracanes, en ese tiempo, que ocurre justo antes de su exhibición anual, se les nota nerviosos. Oteando el viento que cuando arrecia un poco los hace silbar de miedo ante el presagio de una tormenta de las que amputan y que los dejarían inválidos para su glamorosa presentación.
A pesar de lo centenaria de sus existencias les gustan las travesuras, por eso, una noche, a principios de noviembre, repiten el mismo truco sabedores de que el asombro sera siempre nuevo.Sin previo aviso, despiertan millones de luciérnagas eléctricas dormidas en todo su cuerpo.
Como si fueran Dios hacen la luz, cientos y cientos de destellos de colores le roban el espacio a la oscuridad, la caprichosa red que tejen son el aviso para levantarnos los sueños.
A surgido un bosque encantado, ya la navidad tiene casa.  


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