lunes, 13 de octubre de 2014

GORRIÓN

Hoy me puede La Habana mas que todo, hoy libero las ansias y en ejercicio de un derecho propio derrumbo muros de lejanías y hecho a andar mis recuerdos dormidos.
Hoy vuelvo a ver mi acera de parches, repleta de nombres antiguos de cuando el cemento aun estaba fresco como lo estuvo mi vida, y mi conten vuelve a ser asiento donde me  acompañan negros de almas blancas.
Hoy grito, me emborracho, discuto y soy feliz en el estadio, y en vez de maldecir, agradezco el sudor que ahora me pega al cuerpo mi camiseta con agujeros de mil batallas.
Hoy miro con descaro a las mujeres que pasan, y les vendo piropos y me pagan sonrisas.
Hoy no corro al portal cuando el aguacero me sorprende, y la tierra generosa me regala ese aroma único de vida recién lavada.
Hoy hay tropiezos sin disculpas, y música alta, y carcajadas en la esquina, hoy vuelvo a ser un tipo simple, perdido en la alegría de su sueño, desnudo de exilio, un hombre sencillo sin mas ambiciones que las de no despertar jamas.

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